He llegado a la conclusión de que se trata de probar e investigar sobre lo que te gusta, lo que te hace feliz, lo que tienes dentro de ti, aunque todavía no lo sepas. Lo más importante es no tirar la toalla, pase lo que te pase. Siempre hay un camino, para encontrarte.

Sacar lo mejor de ti, no es fácil. Es un camino bonito pero con recovecos. Eso sí, una vez que lo aprendes, lo usas para todo lo que venga.

1. Pon de moda la perseverancia. Ser constante es vital. Todos los días un poquito. Hazlo como un hábito, y verás como finalmente lo integras en tu vida.

2. No seas competitivo ni envidioso. La competitividad sólo sirve para sufrir. Admira lo bueno que tienen los demás, y hazlo tuyo. A tu manera, es todo más fácil. La envidia te pone de mal humor, te hace pequeño, y no nos deja crecer. Quedarte estancado no vale para nada.

3. Dile a los demás todo lo bueno que ves en ellos. Eso hará que formes equipo, y que ellos también te hagan de espejo, para poder entenderte y verte mejor.

4. Busca aquello que te de seguridad. Piensa que nadie te puede copiar. Eres único y tu autenticidad es tuya. Eso te tiene que dar una enorme confianza en ti mismo.

5. Ponte un reto. Siempre hay algo que mejorar, ese es el reto 😉

Al final, aprendemos que la vida se trata de saltar la línea de confort a cada paso, de examinar tu vida para poder vivirla intensamente, y de amar mucho lo que haces.

Lo que te gusta, está dentro de ti. Búscalo, y cuando lo encuentres, trabájalo. No sólo te saldrá bien y tendrás éxito, sino que además, y mucho más importante, por fin…. Serás feliz.

¡Merece la pena intentarlo! ¿Te atreves?